jeudi, février 02, 2006

Miradas a camara


MIRADAS A CÁMARA

Aún escucho los gritos de mi hermano Tomás en el Terminal de Buses de Valparaíso cuando filmamos mi última película: « No mirís a la cámara tonto hueón », le decía con suavidad a cada uno de los pasantes. Quienes simplemente debian tomar una micro para ir a trabajar o visitar a sus familias, pero lamentablemente estaban obligados a cruzar la imagen de mi film.

Luego de ese día de rodaje pensé que a fin de cuentas, mirar a la cámara en una película no es tan grave como parece.

Para remediar este « problema », la gente de la « nueva ola » francesa inventó una técnica : sacar las cámaras y apuntarlas directamente a la cara de la gente. De esta forma, como por arte de magia, las fugaces miradas a cámara desaparecían rápidamente, convirtiéndose en parte integral de las imágenes. La gente de la calle pasaban a ser actores de una película que quizás nunca iban a ver.

Sin embargo, las miradas a cámara también dan un toque misterioso a ciertos planos, convirtiéndolos en piezas inolvidables.

Anoche vi en la Cinemateca un raro film de Roberto Rossellini titulado « Anima Nera », que es casi su testamento en lo que a películas de cine se refiere ya que luego se dedicó exclusivamente a la televisón.


En un plano de dicho film, Vittorio Gassman y Nadja Tiller discuten en una vereda de Roma, cuando de repente una viejita sale de la puerta de un edificio. La viejita mira a cámara, pero la escena sigue. Ni Gassman ni la Tiller se inmutan de su presencia, ni Rossellini tampoco dejando correr la cámara sin cortar. Finalmente la viejita, deja pasar la acción, mirándola desde el marco de la puerta como si fuera una discusión anodina, igual a cualquier disputa callejera de esas que escucha veinte veces al día desde su pieza.

¡Qué manera más hermosa de dejar entrar la vida real dentro de la ficción !

Federico Fellini llevó ésto hasta el límite, invitando a ciertos actores a mirar a cámara y decir alguna frase. Es su obra maestra “Amarcord”, el primer personaje que vemos mira el objetivo y apenas se acuerda de su texto. En otra escena, otro extra incluso llega a burlarse del protagonista- interpretado por Armando Brancia- invitándonos a reírnos con él.

Ingmar Bergman, fue mucho mas radical en su propuesta. En “Un verano con Monika”, su musa y futura pareja Harriet Andersson, mira con unos ojos desafiantes el objetivo de la cámara en el clímax del film, interpelando con ello a cada uno de los espectadores que hemos visto sus delicias eróticas durante los 90 minutos precedentes. Bergman, para resaltar la fuerza dramática de la imagen y acentuar esta mirada incomodante, apaga incluso las luces del estudio dejando el rostro de su actriz en un primerísimo primer plano e invitándonos a una cita íntima con ella. Un acto cinematográfico que cambió el rumbo del cine mundial.


Esto de las miradas al ojo del artista son bastante antiguas. Ya desde tiempos inmemoriales los pintores habian osados guiños retratando novias, musas o sirvientas en sus cuadros.

El Museo del Louvre luce uno genial y gigantesco : "Las bodas de canàa" de Paolo Veronese. Si se fijan bien, la segunda invitada en la mesa de izquierda a derecha mira a cámara, como si descubriera de sorpresa a Veronese pintando el cuadro. Y no es precisamente una extra que se cuela en la tela, sino mas bien un homenaje del pintor a su modelo.

A pocos metros de ahí en el Museo d’Orsay, Pierre- Auguste Renoir, padre del gran cineasta, exhibe en su cuadro "Le Moulin de la Galette" el retrato una gran fiesta en los cerros de Montmartre. En él percibimos un àrbol y en su parte inferior, el retrato de Gabrielle « mirando a cámara». Ella era la nodriza de sus hijos, con quien Renoir padre mantenía una estrecha relación de artista a modelo.

Así que tranquilos para la próxima película, que las miradas a cámara no asusten, sino mas bien tratemos de vivir con ellas con creativa elegancia.


Paris, 2 de febrero del 2006

8 commentaires:

Danziker a dit…

una pregunta al margen... algun parentezco con Nicolas Lasnibat... Periodista de la Usach??

@lasnibat a dit…

Jajajaja!!

La preguntita del socio de arriba...

Beatriz Valenzuela a dit…

gracias por tu post de wilson, la he posteado en mi blog, la cual puedes ver en:

http://arteciudadano.blogspot.com

franco a dit…

Lindo post....linda manera de ver la vida a través del cine y de la música...
Otra pregunta: Algún parentezco con Edge?
Saludos...
Te seguiré leyendo y fuerza en esas tierras lejanas..suerte y éxito

minimale a dit…

Hola, que atinado tu post a la Blanca y tu texto de las MIRADAS. ¿Has visto los deliciosos monstruos del Satiricón de Fellini o los enajenados de las primeras peliculas de Warhol?
Raul.

@lasnibat a dit…

El vocabulario del joven Tomás es algo extremo...

Fue tan así?

Pero sí miraban a cámara los "chuchesumadres" y el director... uhmmm... en realidad la asistenta de dirección me dijo que mi labor era esa.

En todo caso en la película con el "morral" naranjo del Seb salgo idol.

Beso
T.

franco a dit…

Ufff el medio comment...
Claro tienes razón...en París fue el lugar donde Buckley se hizo más conocido, y un lugar que él amaba profundamente.... Me imagino el culto que genera.
Gracias por dejar tus interesantes opiniones. Seguiré regentando este boliche.
Lover you sholud"ve come over es un pedazo de canción....
Saludos Lasnibat....

Anonyme a dit…

a mi la obra de Ron Mueck, me impacta tanto como a ti. Pasé horas en el 2001 debajo de su escultura en la Bienal de Venecia, y pensar que yo ya habia abandonado el figurativo! Puras leseras! siempre se vuelve al lugar del crimen.
Bueno tu blog
un abrazo

antonio arévalo